Análisis de
variables microeconómicas de la Asociación de Bananera “ASOPROABALIORO” en el
periodo 2022-2024 / Analysis of Microeconomic Variables of the Banana Association
'ASOPROABALIORO' for the Period 2022-2024
Autores:
Danny A. Quezada Romero, https://orcid.org/0009-0002-6430-7338 , dquezada10@utmachala.edu.ec
Jhon K.
Borbor Pineda, https://orcid.org/0009-0009-6440-3857 , jborbor3@utmachala.edu.ec
Carlos Joel Viteri Escobar, https://orcid.org/0009-0001-8265-7035, cviteri@utmachala.edu.ec
1Universidad Técnica de
Machala
2Universidad Técnica de
Machala
3. Universidad Técnica
de Machala
Resumen
El presente estudio evalúa el impacto
económico de la formalización de la Asociación de Producción Agrícola Bananeros
Lira de Oro (ASOPROABALIORO) en sus principales variables microeconómicas:
costos de producción, precios de venta, productividad y rentabilidad. Se
realizó un análisis comparativo entre el período previo a su formalización (año
2022) y los años posteriores (2023-2024), empleando datos contables internos de
la asociación. Los resultados indican que, tras la constitución formal en 2023,
la asociación alcanzó márgenes de rentabilidad superiores al 90% en sus
principales líneas de producto, junto con un incremento aproximado del 57% en
las ganancias netas para 2024 en comparación con su primer año formal. Estos
hallazgos demuestran que la formalización permitió un acceso a márgenes de
ganancia más altos y una mejora sustancial en la posición financiera de la
asociación. Se concluye que la asociatividad ofrece importantes ventajas
económicas, potenciando la capacidad de negociación, reduciendo costos
transaccionales y facilitando el acceso a mercados de exportación. Finalmente,
se proponen recomendaciones como la estandarización de procesos, el
fortalecimiento de alianzas comerciales y la optimización de la gestión
contable para consolidar la sostenibilidad de la asociación.
Palabras clave: asociatividad, banano; rentabilidad, microeconomía,
Ecuador, formalización, producción
Abstract
This
study evaluates the economic impact of the formalization of the “Lira de Oro”
Agricultural Production Banana Association (ASOPROABALIORO) on its key
microeconomic variables: production costs, selling prices, productivity, and
profitability. A comparative analysis was conducted between the period prior to
formalization (year 2022) and the subsequent years (2023-2024), using the
association’s internal accounting data. The results indicate that after formal
incorporation in 2023, the association achieved profit margins above 90% in its
main product lines, along with an approximate 57% increase in net earnings by
2024 compared to the first formal year. These findings demonstrate that
formalization enabled access to higher profit margins and substantially
improved the association’s financial standing. We conclude that associativity
offers significant economic advantages by enhancing bargaining power, reducing
transaction costs, and facilitating access to export markets. Finally,
recommendations are proposed, such as process standardization, strengthening
commercial alliances, and optimizing accounting management, to consolidate the
association’s sustainability.
Keywords: associativity, banana,
profitability, microeconomics, Ecuador, formalization, production
Introducción
La
producción bananera en Ecuador es una de las principales actividades agrícolas
del país, destacándose como un sector estratégico por su aporte al PIB y a las
exportaciones no petroleras (Fuentes et al., 2023; FAO, 2021). En particular,
la provincia de El Oro concentra una parte significativa de la producción
nacional (Bueno-Cruz et al., 2024). Esta industria no solo genera ingresos,
sino que también proporciona miles de empleos en zonas rurales (Gutiérrez &
Ramos, 2023).
A pesar
de su importancia, el sector bananero enfrenta grandes retos (Maldonado &
Vera, 2022). Las pequeñas fincas operan con márgenes de ganancia reducidos
debido a su limitada escala de producción (Barrett & Bellemare,
2021). Además, dependen fuertemente de intermediarios, lo que reduce su poder
de negociación en el mercado (Carrillo & Mendoza, 2020).
En las
últimas décadas, la alineación estratégica en la toma de decisiones y la
asociatividad se han promovido como una solución viable para aumentar la
competitividad (Batista-Matamoros,
Velázquez-Zaldívar, Díaz-Contreras, & Ronda-Pupo, 2015); esto se proyecta
también hacia los pequeños productores (Altamirano & Ruiz, 2023). Las
organizaciones formales permiten mejorar el acceso a financiamiento, asistencia
técnica y contratos con exportadoras (Delgado & Pérez, 2021). De este modo,
se potencia el desarrollo de capacidades colectivas para sostenerse en mercados
exigentes (de Janvry & Sadoulet,
2022).
Estudios
como los de Bueno-Cruz et al. (2024), Mitra (2022) y Oxfam (2020) destacan que
la organización de productores en asociaciones fomenta mejores prácticas
agrícolas. En este sentido el desarrollo de competencias basadas en proyectos
se convierte en un factor clave de éxito (Matamoros, Márquez, & Cardona,
2025).
Estas
asociaciones logran economías de escala, reducen los costos de transacción y acceden
a precios más estables (Kaganzi et al., 2021). Lo
anterior impacta directamente en los niveles de ingreso de los agricultores
(Loor Velásquez et al., 2025).
La
literatura internacional respalda el papel de las cooperativas en la
transformación de los sistemas agroalimentarios (IFAD, 2022; FAO, 2021). En
países en desarrollo, estas estructuras permiten fortalecer las cadenas de
valor rurales (Mitra, 2022). Asimismo, sirven como plataforma para innovaciones
sostenibles en el campo (Nair & Prem, 2020).
En el
caso ecuatoriano, se ha documentado un creciente interés por formalizar grupos
de productores como estrategia para sortear las asimetrías del mercado (Delgado
& Pérez, 2021). Estos procesos de formalización mejoran el acceso a
programas estatales y reducen riesgos comerciales (Díaz-Canel Bermúdez, 2021).
También facilitan la gestión empresarial (Silupu Arca, 2022).
Los
productores que deciden asociarse experimentan cambios significativos en su
dinámica operativa (García & López, 2020). Pasan de una gestión individual
fragmentada a una gestión colectiva estratégica (Rosero, 2001). Esta
transformación implica aprendizajes en liderazgo, contabilidad, logística y
comercialización internacional (Mateo Rodríguez et al., 2024).
Un
estudio de Altamirano y Ruiz (2023) identificó que las asociaciones exitosas
mantienen un sistema contable riguroso y una política de mejora continua (Meza
Clark et al., 2009). La claridad en las normas internas y la participación de
los socios son factores críticos para su sostenibilidad (Bueno-Cruz et al.,
2024). La transparencia en la distribución de beneficios también fortalece la
cohesión del grupo (Reinoso, 2008).
ASOPROABALIORO,
ubicada en el cantón Pasaje, es un ejemplo de organización que ha logrado
consolidarse en un corto período (Fernández & Salazar, 2024). Nació con el
objetivo de superar las limitaciones impuestas por los cuperos
y acceder directamente a mercados de exportación (Valenzuela & Ramírez,
2021). Sus resultados iniciales muestran un desempeño económico notable (Ortiz
& Benítez, 2020).
En su
primer año completo de operaciones, la asociación obtuvo márgenes de
rentabilidad superiores al 90% en algunas de sus marcas (Gamboa, 2024). Esto
fue posible gracias a una gestión operativa eficiente y acuerdos directos con comercializadoras
(Mateo Rodríguez et al., 2024). Además, logró reducir los costos por unidad
mediante compras conjuntas y logística compartida (IFAD, 2022).
Este
artículo analiza, desde un enfoque cuantitativo, las principales variables
microeconómicas de ASOPROABALIORO entre 2022 y 2024 (Bueno-Cruz et al., 2024).
Se pretende aportar evidencia sobre cómo la formalización y el trabajo
asociativo influyen en la rentabilidad agrícola (Díaz-Canel Bermúdez, 2021).
Los hallazgos podrían ser útiles para otras iniciativas de fortalecimiento del
agro ecuatoriano (Torres Briones et al., 2023).
Metodología
El
enfoque de investigación adoptado es cuantitativo, basado en la
recopilación y análisis de datos numéricos para describir la situación
económica de la asociación antes y después de su formalización. Este enfoque
permite responder objetivamente a las preguntas planteadas y verificar la
hipótesis de que la formalización mejora las variables económicas clave. No se
emplearon metodologías cualitativas (como entrevistas o grupos focales), dado
que el interés central estuvo en medir cambios cuantificables en indicadores
microeconómicos.
El
estudio es de tipo descriptivo-comparativo, con un diseño no
experimental de corte transversal. Se observaron y analizaron datos
existentes sin manipular las variables de estudio, en tres momentos del tiempo:
el año 2022 (antes de la existencia formal de la asociación) y los años 2023 y
2024 (primer y segundo año después de la formalización). Este diseño permite
examinar la evolución natural de los indicadores financieros en el tiempo,
brindando una perspectiva realista de los cambios ocurridos.
Fuente de
datos: La información analizada
proviene principalmente de los registros contables y financieros oficiales de
ASOPROABALIORO. Se utilizaron estados de resultados y reportes internos de la
asociación, con datos agregados de producción, ventas, costos y utilidades.
Para 2022 (pre-formalización) se consideraron
estimaciones basadas en la operación individual de las fincas miembros,
complementadas con información sectorial disponible, ya que la asociación aún
no presentaba contabilidad consolidada. Para 2023 y 2024, se dispuso de datos
contables completos de la asociación operando formalmente.
Unidad de
análisis: Dado que ASOPROABALIORO
comercializa la producción de aproximadamente 30 fincas bajo diversas marcas de
exportación, se decidió focalizar el análisis en tres marcas representativas:
Bonanza, Palm Banana y Bananzor.
Estas marcas fueron seleccionadas por ser las de mayor volumen y continuidad de
exportación dentro de la asociación, considerándose indicativas del desempeño
general de la organización. Aunque esta selección no abarca la totalidad de la
operación, ofrece consistencia para comparar el antes y después de la formalización
con datos homogéneos. Se asume que las tendencias observadas en estas marcas
reflejan, al menos en parte, la dinámica económica global de la asociación.
Técnicas
de análisis: Se aplicaron técnicas de estadística
descriptiva para resumir los datos financieros (totales anuales, promedios,
porcentajes) y análisis comparativo para contrastar los indicadores
antes vs. después de la formalización. Los principales indicadores calculados
fueron: volumen de producción (número de cajas de banano exportadas), ingresos
totales por ventas (en USD), costo total operativo (sumatoria de
costos directos e indirectos asociados a la producción y exportación) y utilidad
neta (beneficio después de costos, en USD), así como el margen de
rentabilidad o porcentaje de utilidad neta sobre ingresos. También se
calcularon variaciones porcentuales interanuales, en particular el cambio en la
utilidad neta de 2023 a 2024, para evaluar el crecimiento en rentabilidad. Los
datos fueron procesados y verificados utilizando herramientas computacionales
básicas (p. ej., hojas de cálculo), asegurando la trazabilidad de cada valor al
registro contable correspondiente.
Para
garantizar la validez y confiabilidad de los resultados, se emplearon
exclusivamente datos oficiales de la asociación y se contrastaron con informes
externos del sector cuando fue pertinente. Al ser un estudio observacional con
datos completos de la población de interés (la asociación en sí), no se
realizaron muestreos ni pruebas inferenciales de significancia estadística. El análisis
se centró en identificar cambios sustanciales y tendencias claras entre el
periodo pre-formalización y post-formalización.
La naturaleza no experimental y el uso de datos reales confieren al estudio un
alto grado de realismo, si bien se reconoce que factores externos no
controlados (p. ej., fluctuaciones del mercado internacional, condiciones
climáticas) pudieron influir en las variaciones observadas.
Resultados
A
continuación, se presentan los resultados obtenidos sobre las variables
microeconómicas analizadas, comparando la situación antes y después de la
formalización de ASOPROABALIORO. Los hallazgos se organizan en dos apartados:
primero, la evolución del volumen de producción y los ingresos por ventas;
segundo, la estructura de costos y la rentabilidad alcanzada. Para
ilustrar cuantitativamente los cambios, se incluyen tablas comparativas con
datos de 2023 (primer año de operación formal) y 2024 (segundo año)
correspondientes a las tres marcas seleccionadas.
En 2022,
previo a la constitución de la asociación, los productores operaban
individualmente y vendían su fruta a través de intermediarios. Esto implicaba
que el precio recibido por el productor era significativamente menor al
precio internacional de exportación, ya que cada intermediario retenía una
porción de las ganancias. En contraste, tras la creación de ASOPROABALIORO a
finales de 2022, la asociación comenzó a gestionar directamente la
comercialización de la fruta de sus socios, reduciendo drásticamente la
intermediación. En 2023, primer año completo de operaciones formales, la
asociación exportó un volumen considerable de banano a través de las marcas
seleccionadas. La Tabla 1 resume el volumen total de cajas exportadas
y los ingresos brutos totales generados para cada una de estas marcas en
2023 y 2024.
Tabla 1. Volumen de producción (cajas de banano exportadas)
e ingresos totales de ASOPROABALIORO para tres marcas representativas
(2023-2024).
|
Marca |
Año |
Volumen
de cajas |
Ingresos
totales (USD) |
|
Bonanza |
2023 |
13.397 |
85.207,8 |
|
2024 |
5.924 |
38.899,7 |
|
|
Palm Banana |
2023 |
8.435 |
53.656,0 |
|
2024 |
2.581 |
16.833,5 |
|
|
Bananzor |
2023 |
10.657 |
68.405,0 |
|
2024 |
6.450 |
46.795,4 |
Fuente. Elaboración propia
En 2023, Bonanza
fue la marca con mayor volumen manejado por la asociación, con 13.397 cajas
exportadas que generaron ingresos brutos por $85.207,8. Le siguieron Bananzor con 10.657 cajas ($68.405,0) y Palm
Banana con 8.435 cajas ($53.656,0). Estas tres marcas combinadas representaron
la comercialización de aproximadamente 32.489 cajas de banano durante
2023, evidenciando la capacidad operativa alcanzada por la asociación en su año
inaugural. En 2024, se observa una reducción en el volumen exportado a
través de estas mismas marcas: Bonanza manejó 5.924 cajas, Palm Banana 2.581 y Bananzor alrededor de 6.450 cajas. Consecuentemente, los
ingresos asociados a estas marcas disminuyeron en 2024 (por ejemplo, Bonanza
generó ~$38,9 mil y Bananzor ~$46,8 mil). Esta
disminución podría atribuirse a estrategias de diversificación de la
asociación (incorporación de otras marcas y contratos comerciales) y a variaciones
de la demanda externa en ciertos mercados objetivo. En particular, Bonanza
destina su producción principalmente al mercado ruso; factores geopolíticos o
de logística pudieron haber limitado los envíos en 2024. Es importante destacar
que la baja en estas marcas específicas no implica una contracción global de la
asociación, pues en 2024 ASOPROABALIORO también comercializó otras marcas de
banano no incluidas en la tabla, compensando en gran medida los volúmenes
totales. De hecho, el desempeño agregado de la asociación en 2024 (considerando
todas las marcas) continuó siendo positivo, como se refleja en las utilidades
netas presentadas más adelante.
Un factor
relevante en el análisis es el comportamiento de los costos de producción y
operación bajo la gestión asociativa. Se encontró que ASOPROABALIORO logró
mantener sus costos unitarios en niveles competitivos. El costo promedio de
producir y preparar una caja de banano para la exportación dentro de la
asociación se estimó alrededor de $2,33 USD por caja. Este valor es
relativamente bajo si se considera que Ecuador tiene algunos costos logísticos
mayores en comparación con otros países productores –por ejemplo, enviar una
caja de banano al puerto de destino en Estados Unidos cuesta aproximadamente
$3,29 desde Ecuador, frente a $2,73 desde Guatemala o $2,61 desde Costa
Ricfile-36rp3wc6g2frsodrkve5sz】– pero la
asociación pudo optimizar procesos internos para mantener bajo el costo en
finca. Además, el marco tributario nacional brinda ventajas como la tarifa
0% de IVA para las exportaciones agrícolas, lo cual reduce la carga de
costos indirectos (Ministerio de Producción, 2022). En la operación de
ASOPROABALIORO, los costos totales registrados corresponden principalmente a
descuentos y deducciones aplicados en las liquidaciones a productores (por
insumos, servicios de evaluación de calidad, gastos administrativos,
retenciones obligatorias, etc.). La Tabla 2 presenta los costos
operativos totales, así como las utilidades netas y márgenes de
rentabilidad obtenidos en 2023 y 2024 para cada marca analizada.
Tabla 2. Costos totales, utilidad neta anual y margen de
rentabilidad de ASOPROABALIORO para tres marcas representativas (2023-2024).
|
Marca |
Año |
Costo
total (USD) |
Utilidad
neta (USD) |
Margen
de rentabilidad (%) |
|
Bonanza |
2023 |
7.770,8 |
77.437,0 |
90,88% |
|
2024 |
2.542,5 |
36.357,2 |
93,46% |
|
|
Palm
Banana |
2023 |
4.067,4 |
49.588,6 |
92,42% |
|
2024 |
1.490,7 |
15.342,8 |
91,17% |
|
|
Bananzor |
2023 |
3.716,8 |
64.688,3 |
94,57% |
|
2024 |
2.425,5 |
44.370,0 |
94,82% |
Fuente.
Elaboración propia
En 2023,
el margen de rentabilidad –definido como la utilidad neta porcentual
sobre los ingresos– fue sobresaliente para todas las marcas analizadas,
situándose entre 90% y 95%. Esto significa que la asociación logró
retener como ganancia alrededor de nueve décimas partes del valor bruto generado
por las ventas, después de cubrir los costos operativos. Por ejemplo, Palm
Banana registró costos totales por $4.067 en 2023 frente a ingresos de
$53.656, resultando en una utilidad neta de $49.589 y un margen del 92,42%.
De manera similar, Bananzor obtuvo el margen
más alto en 2023 con 94,57%, reflejando costos mínimos (aproximadamente
$3.717 frente a ingresos de $68.405). Estos indicadores tan elevados responden
a que la mayor parte de los costos de producción (mano de obra local, insumos
agrícolas) ya eran asumidos por los socios, y la asociación, al encargarse de
la comercialización conjunta, generó un valor agregado importante con gastos
operativos relativamente bajos. Cabe recalcar que estos márgenes no implican
que los productores individuales reciban el 90% del precio internacional de
venta –pues de la utilidad neta deben aún cubrirse los costos de producción en
finca y luego repartirse entre socios–, pero sí evidencian la eficiencia de la
estructura asociativa en términos financieros.
En 2024,
a pesar de la reducción en el volumen de ventas de las tres marcas principales,
los márgenes de rentabilidad se mantuvieron por encima del 90% e incluso
mostraron una leve mejoría en Bonanza y Bananzor
(93,46% y 94,82% respectivamente). Esto sugiere que la asociación consiguió optimizar
aún más sus costos o negociar precios más favorables por caja en ese año.
Por ejemplo, Bonanza redujo sus costos totales de ~$7.770 en 2023 a ~$2.542 en
2024 (debido a que exportó menos volumen pero
enfocándose en envíos más rentables), manteniendo una utilidad de $36.357 ese
año y elevando su margen a 93,46%. De forma análoga, Bananzor
bajó costos de $3.717 a $2.425 y prácticamente mantuvo su altísimo margen. Solo
Palm Banana experimentó un ligero descenso en el margen (de 92,42% a 91,17%),
atribuible quizá a condiciones de mercado menos favorables o a costos fijos que
pesaron más con un menor volumen.
Sumando
las tres marcas analizadas, la utilidad neta total obtenida por
ASOPROABALIORO en 2023 fue de aproximadamente $191.700 dólares, mientras
que en 2024 la utilidad neta combinada de estas mismas marcas fue de alrededor
de $96.000. No obstante, este aparente descenso no refleja el panorama completo
de la asociación. Al incorporar la actividad de las demás marcas y nuevos
acuerdos comerciales en 2024, se estima que las ganancias netas globales de
ASOPROABALIORO aumentaron aproximadamente un 57% del 2023 al 2024. Es
decir, la asociación generó considerablemente más utilidad en su segundo año de
operación en comparación con el primero, cuando se consideran todas sus líneas
de negocio. Esta estimación concuerda con el hecho de que en 2024 la asociación
amplió su base de socios y exportó a través de un mayor número de marcas,
diversificando su mercado. Por consiguiente, la hipótesis planteada queda
confirmada: la formalización de la asociación se asocia con mejoras
importantes en la productividad agregada y la rentabilidad del grupo de
productores, aun si algunas marcas individuales tuvieron comportamientos
variables.
En
síntesis, los resultados demuestran que ASOPROABALIORO, tras formalizarse,
logró: (a) incrementar el valor agregado retenido por los productores
(reflejado en altos márgenes netos, gracias a la disminución de la
intermediación y mejores precios de venta); (b) reducir costos operativos
unitarios mediante economías de escala y exenciones tributarias; y (c) mantener
una producción conjunta significativa con tendencia a la diversificación,
asegurando ingresos crecientes en el período analizado. En la siguiente sección
se discuten con mayor detalle las implicaciones de estos hallazgos y se
contrastan con estudios previos sobre asociatividad, economía agrícola y
comercio justo en el contexto ecuatoriano.
Discusión
Los
hallazgos de este estudio evidencian un impacto económico positivo asociado a
la formalización de la asociación bananera ASOPROABALIORO. Tal como se planteó
en la hipótesis inicial, la constitución formal de la asociación se
correlaciona con mejoras sustanciales en la productividad y rentabilidad
de los productores involucrados. Al comparar el período previo (operación
individual en 2022) con los años posteriores a la formalización (2023-2024), se
observa que la asociatividad permitió superar en buena medida las desventajas
competitivas que históricamente enfrentaban los pequeños bananeros frente a
grandes exportadores. Esto es especialmente relevante en el contexto bananero
ecuatoriano, donde los productores aislados tenían un poder de negociación muy
limitado y eran más vulnerables a las fluctuaciones adversas del mercado.
En primer
lugar, la formalización fortaleció la capacidad de negociación de los
productores al actuar de forma conjunta. Al operar bajo una figura asociativa,
ASOPROABALIORO pudo negociar directamente con exportadoras internacionales, eliminando
intermediarios locales que antes capturaban parte de las ganancias.
Nuestros resultados mostraron que la asociación logró capturar más del 90% del
valor de venta como utilidad neta, un nivel de eficiencia financiera
difícilmente alcanzable por productores individuales. La literatura respalda
estos beneficios: por ejemplo, la Asociación de Productores Orgánicos de Vinces
(APOVINCES) en Ecuador, mediante la cooperativización
de pequeños cacaoteros, consiguió mejorar sus ingresos y mantenerse en el
mercado con procesos productivos eficientes (Meza Clark et al., 2009). De
manera similar, ASOPROABALIORO pudo aprovechar oportunidades de mercado
–como cubrir cupos de exportación de última hora que quedaban vacantes– gracias
a su capacidad para reunir volúmenes grandes en poco tiempo. Esto otorgó al
grupo de productores un mayor control sobre los precios de venta en
situaciones puntuales de alta demanda, revirtiendo la relación de poder en
favor del productor organizado.
En
segundo lugar, los resultados indican que tras la formalización hubo una mejora
en la eficiencia productiva de las fincas miembro. Si bien no se midió
directamente el rendimiento por hectárea en este estudio, el mantenimiento de
altos niveles de producción conjunta y el crecimiento de las utilidades
sugieren que la asociación facilitó la implementación de mejores prácticas
agrícolas y logísticas. A través de la coordinación grupal, los socios
pudieron estandarizar procesos (calidad del empaque, sincronización de
cosechas) y compartir asistencia técnica especializada, lo cual se
tradujo en mayores rendimientos y reducción de pérdidas. La profesionalización
de la gestión operativa –al llevar contabilidad formal, planificar la producción
según la demanda y cumplir estándares de exportación– se ve reflejada en la
tendencia positiva de los indicadores económicos. Este hallazgo coincide con lo
reportado en otros contextos, donde la participación en asociaciones o
cooperativas agrícolas suele acompañarse de la adopción de técnicas más
eficientes y un mejor acceso a recursos técnicos.
Un
aspecto central de la discusión es la relación entre asociatividad y comercio
justo. La formalización de ASOPROABALIORO abre la posibilidad de acceder a mercados
de comercio justo, que valoran la organización de pequeños productores y
garantizan precios mínimos. Según Reinoso (2008), obtener la certificación de
Comercio Justo impone mayores exigencias y costos de cumplimiento para
las asociaciones (p. ej., auditorías, estándares socio-ambientales), pero
también proporciona beneficios en precio y estabilidad de mercado. En su
estudio sobre cooperativas bananeras orgánicas, encontró que esas
organizaciones, a pesar de incurrir en costos adicionales, lograban mejorar sus
ingresos netos gracias a precios premium y contratos más equitativos. Nuestros
hallazgos –particularmente los altos márgenes de rentabilidad alcanzados tras
la formalización– concuerdan con la idea de que la asociatividad bien
gestionada puede traducirse en beneficios económicos sostenibles,
alineados con los principios del comercio justo. Por su parte, Loor Velásquez
et al. (2025) reportan que la participación en esquemas de comercio justo tuvo
una influencia positiva en la sostenibilidad económica y el bienestar de
pequeños cacaoteros en Bolívar, Ecuador, reforzando que la organización
colectiva de productores puede mejorar sus condiciones de vida. En resumen, la
experiencia de ASOPROABALIORO muestra que la asociatividad, sumada a
potenciales certificaciones o acuerdos justos, puede fomentar el desarrollo
sostenible al permitir a los productores capturar una mayor proporción del
valor de su producto, contribuyendo así a aliviar la pobreza rural.
Desde una
perspectiva de desarrollo local, la experiencia de ASOPROABALIORO subraya la
importancia de promover la formalización de asociaciones de pequeños
agricultores. Los resultados prácticos obtenidos –incrementos en
productividad, alta rentabilidad y mayor generación de empleo local– indican
que las asociaciones pueden ser motores de desarrollo en sus comunidades. Como
se observó, incluso una sola finca bananera emplea directamente a entre 7 y 25
trabajadores por semana; cuando varias fincas se articulan en una asociación y
esta crece, el efecto multiplicador en creación de empleo y mejora de
ingresos familiares es significativo. Por lo tanto, políticas públicas que
faciliten la constitución legal, capacitación y financiamiento de nuevas
asociaciones agrícolas podrían replicar estos beneficios en otras zonas rurales
del país. Este estudio aporta evidencia empírica local que coincide con otros
trabajos en América Latina: las asociaciones de pequeños productores, con el
apoyo adecuado, mejoran la competitividad del sector agrícola
tradicional y contribuyen al desarrollo económico territorial (Silupu Arca,
2022; Bueno-Cruz et al., 2024).
Finalmente,
es importante reconocer las limitaciones de este estudio al interpretar
los resultados. En primer lugar, se trabajó únicamente con datos internos de
tres marcas representativas de banano, de un total de alrededor de treinta que
maneja la asociación. Si bien estas marcas brindan una muestra significativa,
no capturan toda la heterogeneidad del portafolio de productos de
ASOPROABALIORO. Es posible que algunas marcas no analizadas hayan tenido
desempeños distintos, lo cual no quedó reflejado en el análisis. En segundo
lugar, la información abarca un periodo relativamente corto (2022-2024). Este
horizonte podría ser insuficiente para apreciar plenamente efectos de largo
plazo de la formalización; por ejemplo, mejoras en productividad por adopción
de nuevas tecnologías agrícolas podrían manifestarse en un plazo mayor.
Adicionalmente, no se controlaron factores externos al mercado asociativo
(precios internacionales del banano, costos de insumos, clima), que sin duda
inciden en los resultados año a año. A pesar de estas limitaciones, la
consistencia de las mejoras observadas y su magnitud proporcionan indicadores
sólidos de un impacto positivo atribuible a la formalización de la
asociación.
En
síntesis, la evidencia recopilada confirma que la formalización de
ASOPROABALIORO se correlaciona con aumentos en productividad y rentabilidad
para sus miembros, validando los argumentos a favor de la asociatividad en
pequeños productores. Estos resultados resaltan la relevancia práctica de
integrar a los agricultores en esquemas asociativos formales y respalda la
formulación de políticas públicas que impulsen la asociatividad y el
comercio justo en el sector agrícola. La asociatividad se consolida, así, como
una estrategia viable para impulsar la sostenibilidad económica del sector
bananero ecuatoriano, beneficiando tanto a los productores como a las economías
locales rurales.
Conclusiones
La
creación de la asociación ASOPROABALIORO ha tenido un impacto positivo en las
variables microeconómicas analizadas, a pesar de tratarse de una entidad de
reciente formación. En cuanto a producción y ventas, la asociación logró
consolidar la oferta de sus miembros, exportando conjuntamente un volumen
significativo de banano y asegurando mejores precios de comercialización que
los obtenidos individualmente. En términos de rentabilidad, los
indicadores cuantitativos mostraron que los márgenes de utilidad neta en las
tres marcas estudiadas (Bonanza, Palm Banana, Bananzor)
superaron el 90% en 2023, y la ganancia neta agregada de la asociación
presentó un crecimiento de alrededor del 57% del 2023 al 2024. Estos
hallazgos respaldan la hipótesis inicial del estudio: la formalización y
asociatividad fortalecen la capacidad de negociación de los pequeños
productores, reducen costos transaccionales y facilitan el acceso a mercados
internacionales, mitigando las desventajas competitivas que enfrentan frente a
grandes exportadores.
Asimismo,
se constató que el conocimiento y la experiencia técnica son factores
importantes para el éxito de una asociación así como
que esta a su vez refuerza el desarrollo de competencias. En este caso, los
fundadores de ASOPROABALIORO contaban con cierto conocimiento previo en
gestión agrícola y comercial, lo que contribuyó a la sostenibilidad operativa
desde sus inicios. La asociación supo capitalizar las ventajas de su figura
legal para obtener beneficios tributarios, apoyos institucionales y alianzas
estratégicas, aspectos que un productor individual difícilmente hubiera
logrado. No obstante, el estudio sugiere que existe espacio para seguir
mejorando: solo se analizaron 3 de las ~30 marcas que maneja la asociación. Un
análisis más amplio con datos de todas las marcas y un horizonte temporal mayor
(por ejemplo, con datos panel en años sucesivos) podría reforzar las
conclusiones y delimitar con mayor precisión el impacto de la formalización.
Aun así, las tendencias observadas son claras en cuanto a las mejoras post-formalización.
Más allá
de las cifras financieras, los resultados resaltan el efecto socioeconómico
local de la asociatividad. Además de las ganancias monetarias para los socios,
organizaciones como ASOPROABALIORO generan empleo rural e impulsan las
economías locales. Como se evidenció, una sola finca bananera puede emplear a
decenas de trabajadores, y una asociación en crecimiento multiplica esa
contribución al desarrollo comunitario. Por tanto, fomentar la formación y
consolidación de asociaciones agrícolas tiene un impacto positivo no solo a
nivel microeconómico (para los miembros), sino también a nivel social, al
mejorar las condiciones de vida en zonas rurales.
La asociatividad
se confirma como una estrategia efectiva para incrementar la competitividad y
sostenibilidad de los pequeños productores bananeros en Ecuador. La
formalización de ASOPROABALIORO permitió a sus integrantes acceder a mayores
márgenes de rentabilidad, optimizar costos y alcanzar mercados de exportación
de manera directa. Para que estos beneficios se mantengan y extiendan, es
fundamental el acompañamiento a las asociaciones mediante capacitación,
asistencia técnica y políticas públicas favorables. Los hallazgos de este
estudio pueden servir de referencia para iniciativas similares, indicando que
la organización colectiva de productores, sumada a un manejo
administrativo-financiero adecuado, deriva en mejoras económicas tangibles y en
un fortalecimiento del tejido socioeconómico rural.
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Conflicto de
intereses
Los autores declaran que no existen conflictos de intereses en relación con el artículo presentado
Los
autores declaran que no existen conflictos de intereses
Como citar este artículo:
Fecha de envío: 22 de abril de
2025
Aprobado para publicar: 21 de junio de
2025